Que Aprendí en la Transición hacia la Adultez por Kris McElroy (Organzation for Autism Research)

10 de febrero de 2021
Por: Kris McElroy

Al reflexionar sobre mi transición a la edad adulta como adulto autista, veo una montaña rusa de experiencias llenas de muchos tipos diferentes de desafíos, éxitos y crecimiento. En retrospectiva, hay cosas que desearía haber sabido cuando era un adolescente que se preparaba para la adultez, incluso cosas que desearía haber sabido cuando era un adulto joven que podrían haberme ayudado a navegar por mis experiencias y la montaña rusa en la cual me sentía.

No haber sido diagnosticado con autismo hasta los 30 años agregó desafíos adicionales, especialmente relacionados con diagnósticos erróneos, malentendidos y maltratos. También hizo que fuera más difícil saber qué necesitaba, cómo prepararme, qué esperar y cómo defenderme con respecto al empleo, la educación, la vida independiente, las relaciones y mis derechos legales. Los desafíos que experimenté también afectaron mi autoestima.

Tener un diagnóstico me ayudó a hacer que muchas cosas tuvieran más sentido para mí, y me ha ayudado a defenderme mejor porque ahora tengo una mayor comprensión de mí mismo, de cómo interactúo en situaciones sociales y en el mundo que me rodea como adulto. Esta percepción me ayudó a desarrollar herramientas y apoyos que me permitieron graduarme de la universidad, obtener un empleo, vivir de forma independiente, transitar rl matrimonio y la paternidad, y mejorar mi relación conmigo mismo.

Mi transición a la edad adulta fue una montaña rusa rocosa, pero la experiencia me enseñó mucho. Esto es lo que he aprendido:

EMPLEO
Discriminación

Me he encontrado con discriminación, tanto durante el proceso de la entrevista de trabajo como en el trabajo, en relación con mis habilidades y con el hecho de ser autista. Inicialmente, pensé que esta experiencia era esperable y estaba bien. Una vez supe que no era así, seguía sin saber cómo navegar por ello. Llegué a comprender la importancia de aprender cuál era una forma aceptable y cual inaceptable para que me trataran. También aprendí cómo utilizar los recursos humanos y buscar apoyo externo si encuentro discriminación u otro trato inapropiado.

Divulgación

La decisión de decirle a un empleador que soy autista ha sido un desafío, especialmente debido a la discriminación que experimenté en el pasado. Sin embargo, también he aprendido que la divulgación puede ayudar a defender mis habilidades y buscar adaptaciones. Entonces, ahora hablo de la divulgación con un terapeuta y un consejero de apoyo laboral cada vez que necesito decidir si revelar que soy autista en el lugar de trabajo, fuera del departamento de Recursos Humanos.

Desarrollo de habilidades previas al empleo

He encontrado que participar en talleres, sesiones de práctica, programas de capacitación y programas de preparación para el trabajo es potencialmente útil para desarrollar las habilidades necesarias para tener éxito en el trabajo, incluidas las habilidades de comunicación, la confianza en mis habilidades y la capacidad de familiarizarme con las tareas.

Apoyo al empleo

El apoyo en el lugar de trabajo no era algo con lo que estuviera familiarizado durante la transición a la edad adulta. Luché por saber cómo acceder al apoyo cuando lo necesitaba y cómo determinar cuánto apoyo se necesitaba, junto con exactamente qué apoyos serían útiles. Ahora, poder hablar con un especialista en apoyo al empleo me ha ayudado a evaluar, defender y obtener las adaptaciones necesarias para tener éxito en el lugar de trabajo. También me ha ayudado a desarrollar un plan con herramientas y estrategias para manejar el estrés, los cambios, las relaciones y los desafíos en el lugar de trabajo.

RELACIONES
Cambios en la dinámica actual de las relaciones

Suceden muchos cambios durante la transición a la edad adulta, incluidos: la rutina, los roles en las relaciones, las metas, etcétera. Realmente no hay una manera de predecir exactamente o incluso prepararse completamente para estos cambios, pero estoy agradecido de haber tenido la oportunidad de conversar con mi padres y un consejero sobre ellos. Trabajamos juntos para prepararnos practicando, comenzando con realizar pequeños cambios en mi rutina (es decir, administrar mi propio horario y recordatorios), los roles (es decir, programar mis propias citas, responsabilidades en la casa, como, lavar la ropa, cocinar, limpiar, comestibles), en la escuela (es decir, interactuar con otros, hacer preguntas), el trabajo y en mi comunidad (es decir, transporte, banca, compras de comestibles). Esto lo hicimos mientras estaba en la escuela secundaria, antes de comenzar oficialmente la transición hacia la edad adulta. 

Sé que esta transición podría haber sido más discordante, haberme provocado más ansiedad, y haber sido más dificultosa si no lo hubiese hecho. Fue un ajuste seguro, porque mi familia, mis amigos y yo lo estábamos haciendo juntos de diferentes maneras.


Apoyo continuo en habilidades sociales

Al hacer la transición a la edad adulta, encontré más situaciones sociales que eran nuevas para mí y realmente no sabía cómo manejarlas. A los 30 años, después de acceder al apoyo en habilidades sociales para adultos autistas, aprendí lo importante que era para mí este apoyo continuo. Pude utilizarlo cuando sentí que necesitaba apoyo adicional para desarrollar mi confianza y trabajar en diferentes áreas de mis habilidades sociales que eran un desafío para mí, como la comunicación, los límites y las citas.

AUTOESTIMA

Me ha tomado mucho tiempo aprender que no hay nada de malo en la forma en la que estoy conectado y que no hay nada de malo en ser autista. Hago todo lo posible para interactuar con las personas y participar en entornos que apoyan mi salud, un yo del que estoy orgulloso, y me aseguro de que se celebren todas las partes de quien soy, incluido mi autismo. La autoestima es invaluable en todos los momentos de la vida, y puede perderse fácilmente al tratar de navegar por los muchos cambios que pasamos durante la transición hacia la edad adulta.

DERECHOS LEGALES

Como adulto autista, era importante para mí tener conversaciones al prepararme y durante la transición hacia la edad adulta para saber cuáles son mis derechos en diversos entornos, situaciones, emergencias y asuntos médicos y legales. Esto incluyó el desarrollo de planes, la práctica de diferentes escenarios y la implementación de apoyos cuando fueran necesarios. Por ejemplo, llevo una tarjeta de emergencia en la billetera y uso un brazalete de identificación. También tengo guiones de comunicación preprogramados que mi terapeuta ocupacional y del habla me ayudó a crear en mi dispositivo AAC para usar en interacciones en la farmacia, con la policía, con profesionales médicos y personal de emergencia, para conseguir transporte y para pedir ayuda. Por último, he participado en programas para adultos con discapacidades relacionados con el conocimiento de mis derechos, las estrategias de autodefensa y las interacciones de navegación con la policía y el personal de emergencia que ofrecen las organizaciones locales.

Kris McElroy es escritor, artista y activista independiente. Es un apasionado de los problemas vinculados a la justicia social y explora la raza, las discapacidades, la identidad de género y la sexualidad, la salud mental, la identidad, el trauma y la interseccionalidad. Nacido y criado en Maryland, Kris es un hombre transgénero negro autista birracial con múltiples discapacidades que disfruta pasar tiempo con su esposa y su familia. Recibió su Licenciatura en Psicología de la Universidad de Maryland y una Maestría en Ciencias en Servicios Humanos Multidisciplinarios de la Universidad de Capella.



Traducción: Luciana Kartun

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