Neurodiversidad: Música para mis oídos


Me gusta pensar a los cerebros como sistemas. En definitiva, cada cerebro es una red de neuronas. 
Cada cual es tan único como una canción, que a su vez podría representar un estilo. Y los estilos son tan 
variados y diversos entre sí como pueden serlo el rock y el jazz, el pop y el metal, la música clásica y el reggae, sólo por mencionar unos pocos.

Tradicionalmente, los llamados trastornos del neurodesarrollo suelen ser asociados automáticamente a las dificultades de aprendizaje y la disfuncionalidad social y general. Quienes convivimos con algún tipo de neurodiversidad parecieramos destacamos un compendio de inadecuaciones sociales y no por la suma de características únicas, valiosas y necesarias que, de hecho, poseemos. 
El vinculo extraño que tenemos con el mundo está nutrido por una extrañeza: lo que mostramos a la sociedad y lo que damos a cambio. Ya la palabra "trastorno" posee una connotación que no puede verse de ningún modo como positiva. 

en mi caso, desde pequeña convivi con una fuerte desatención, combinando una personalidad timida con repentinos ataques de ira muy dificiles de controlar.

Luego de haber intentado diversas terapias, a mis 24 años accedí a una sesión con una psiquiatra. Luego de un corto tiempo, recibí mi diagnóstico: déficit de atención con hiperactividad mental. Fue un punto importante en un largo camino lleno de encuentros y desencuentros con diversas terapias y terapeutas. 
Durante dos años y medio, sostuve las sesiones semanales y una toma diaria de medicación (metilfenidato). La dosis de medicación gradualmente fue creciendo. 
El proceso fue despertando en mi un profundo cuestionamiento que operaba a diversos niveles. Mi entorno más cercano me veia bien, pero en mi interior crecía una fuerte disonancia en mi corazón que abarcaba diversos niveles de mi vida. nivel moral yo llevándome a interrumpir el tratamiento a causa de la dificultad que me generaba aceptar que mi éxito dependiese de la toma diaria de una pastilla. 
Me resultaba injusto y antinatural. 
Injusto, porque siempre me sentí capaz, pero también me costo demostrarlo. 
Cuando pienso en como describir con claridad esta situación, se me viene una imagen bastante precisa. 
Es como estar encerrada en un habitáculo pequeño y sin ventanas, sin poder respirar. Fueron muchos años intentando salir de ese lugar, golpeándome con estas paredes cada vez que intentaba moverme, enojada con mi naturaleza desordenada.  andomw la cabwza y cuando la parwd porquw no wncontraba otr forma. 
En este aspecto el ADHD se solapa con otro tipo de trastornos "de la personalidad", ños cuales, en esencia, son  vinculares/ se manifiestan principalmente en los vonculos.

A mis 30 años conoci el budismo y empwzo otro camibo importqbte en mi vida. U que mw hizo conocerme en profundida.
Eat practica me dio la ooortubidsd de cobocerme ennpeofundidad mi y pulir los aspextos de mi corazon que causaban sufriniebto.
Siebto quebel budismo tambiwj me dio/ otorgo / ayudo a obstruir una mnera de  perspectiva especial de la neurodiversidad. Se dio naturalmenyñte. No me interesa ennlommasmminimonser una pwrsona neurotipica/ teber un cerebro tipico. Se quebsi la vida me dio fmyyy un cerebro atipico es por algo. Solo quiero ser yo de la mejor manera posible.
Esta practica redujo drasticamentr los vaivenes de un a mente arrasadora que ama las mobtañas rusas y tira señal de alarma por cada movimiebto . 
Tambien me dlfortalecio para confrontar aspectos que toda la vida se me presentaron en los vinculos : cuestuones vinculadas al poder, a la nanipulacuin y el mebosprecio se ne filtraban en un sinnunero de relaciones.
Cuabdo tuve lanopottubidad de intercambuar experiebcias xon mujeres neurodiversxs,


Todas estas instancias me hicieron crecer, AUNQUE me costo mucho autoencontrarme.   Antes de eso, toda mi vida hice terapia

Una persona neurodiversa es, piensa y actúa de forma diferente a la habitual -neurotípica- porque posee un cerebro atípico, no porque no quiera comportarse de forma "correcta", por rebeldía ni porque quiera destacarse del resto. Muchas veces, esto sucede como el efecto que adquirimos involuntariamente a expensas nuestras, generando efectos contrarios que incrementan la tensión preexistente en nuestro vínculo con el mundo. 

Por otra parte, el ser neurodiverso se acostumbra a contrastar desde la diferencia. Se acostumbra a no ser "lo esperado" de alguien normal. Esto puede tener consecuencias de distinta indole dependiendo de como está cada persona acompañada y motivada. Mas aun, de su propia búsqueda, determinación y personalidad.


Por otra parte, queremos que la sociedad se entere que ser neurodiverso es un motivo de orgullo. Contrariamente a lo que se cree, muchos neurodiversos no queremos ser neurotípicos. 


Se suele hablarnos, se mirarnos y se tratarnos como a padecientes de si mismos. Se enfatizan sus dificultades sociales o conductuales, las comorbilidades, los síntomas asociados, los problemas de aprendizaje y atención. Se habla tanto menos de la sensibilidad neurodiversa, de la inteligencia y de las habilidades o dones únicos, tan necesarios para el avance de la sociedad.
Aguardo con ansias que empiece a contemplarse a la neurodiversidad como un modo de ser y estar válido.


Desde hace un tiempo intento comprender hasta que punto las entidades que denominan a estas disfunciones, como el (y los) autismos, el deficit de atencion (con o sin hiperactividad), el trastorno general del Desarrollo y otras, no son funcionales a la alimentación de la estigmatización que todos quienes la padecen conocen de primera mano. Me surge el concepto de "idealizacion negativa", como una suma de concepciones que se extiende desde la normativa social hacia todos los aspectos de la vida de quienes viven con ese diagnóstico.

Siento que lxs habitantes de esta condición son como poseedores de una verdad. Como espejos unicos que reflejan aspectos de la realidad que permanecen invisibles para la mayoría neurotipica.

Me gusta pensar en el surgimiento de modos de ser funcional desde la neurodiversidad. En nuevos hábitos y formas de ser parte, moverse y estar en la sociedad. Nuevos pensamientos. Nuevas voces. En obras de arte que nunca habrían sido creadas si no fuera por personas que viven dentro de los espectros del neurodesarrollo. En una neurodiversidad plural, colectiva y múltiple. Transfronteriza. Co construida con los padres y los terapeutas, que tan importantes son para su avance.

Una forma positiva de transitar la idea de neurodiversidad podría ser esta: verla como una música exquisita. Una sinfonía de características, de ser y estar en el mundo.

Idealmente -porque no siempre sucede- atrás de cada neurodiversx hay una familia. Muchas de ellas dándolo todo de sí (y más) para que ese ser sea felíz y desarrolle una vida plena a través y por sobre los diagnósticos. Padres, hermanos ,tíos, abuelos,y primos, amigxs que aprenden por y con ellxs nuevas formas de vincularse con el entorno que los rodea. Que se (re)descubren a si mismxs, sintiéndose diferentes. Que se ven dueños de características y conductas propias que tal vez nunca antes habían imaginado.

Me gusta observar el surgimiento de nuevos activismos e insurgencias vinculados a los derechos de lxs personas neurodiversas, como por ejemplo el encabezado por la lider Greta Thunberg. ella es quien representa a tantas personas autistas o con déficit de atencional luchando por sus derechos, ocupando roles importantes en la sociedad, cumpliendo su misión. Neurodiversxs artistas, profesionales, madres/padres, estudiantes, esposxs. Seres neurodiverss que disfruten de la audacia de ser auténticos. Que se sientan libres de elegir sus parejas sexuales, así como sus géneros. Que descubran y validen maneras de distrutar de la vida tal y como son. Y que todxs quiénes los rodeamos tengamos la gentileza de abrir una ventana en la emoción y el pensamiento para aprender de la vida a través de ellxs.




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